No se discutiría el vinculo que ha logrado el actual presidente del PRM en Santo Domingo Este con un segmento importante de las estructuras del Partido Revolucionario Moderno.
No cabe dudas de que si se empeña en ganas las próximas elecciones podría imponerse aunque sea por un margen pequeño de votos.
La Política se piensa a corto, mediano y largo plazo… y ahí es donde Adan, desde ya, perdió.
Estamos en la Era Luis.
A tiempo, Adán Peguero no se apresuró en aceptar un cargo en la Alcaldía y puso a un «cercano» que, para colmos, «ya no está» en su puesto, pero mantiene una empleomanía superior a las cien personas en esa institución.
El primer «ruido» contra el presidente Luis Abinader salió de un seguidor suyo que le amenazaba si no le daba «Comedores Económicos» y aunque Adan hizo «control de daños» a tiempo, su nombre se vio afectado.
Al asumir la Dirección de INPOSDOM encontró «estructuras» con vicios y males incrustadas en la institución y no tuvo o el coraje o la sapiencia para «cambiarlas» quedando por ver si incluso se mezcló en el tema más, de todos modos, se vio involucrado, cuando un programa de TV lo expuso a la vida pública de mal manera produciendo su suspensión, con la agravante de haber sido sometido como incumbente por temas de prestaciones laborales a través del Defensor del Pueblo.
Toda esta situación aleja la figura de Adan como potable para estar cerca del presidente que, para colmos, aparece como seguro candidato a reelección, por lo que el «divorcio» podría durar mucho tiempo, toda vez que por más que el presidente del partido en SDE ha tratado de hacer control de daños, de mejorar su figura mediáticamente, no lo ha logrado.
Adán debió hace mucho tiempo pactar con el presidente Luis Abinader, sabiendo ambos las fortalezas de cada quien y producir una alianza donde no salga maltratado por el «poder» y pueda, manteniendo su liderazgo, reponerse… pero el mediatismo en política, se lo come todo.
La tozudez de Adán, aun ganando las próximas elecciones, no le darán ni el espacio que el quiere, ni el poder que el quiere pues no hay algo más fácil que violar protocolos de fotos, implosionar lealtades, erosionar las bases leales que, tarde o temprano, terminan cediendo al poder del Presidente de la República.
En teoría, a Adán se le podría impedir su registro toda vez que los estatutos y normas aprobadas para las candidaturas de estas elecciones hablan de que nadie que este cuestionado, sancionado o en algún tipo de investigación, debe ser tomado en cuenta y ahi, aplica, sin embargo, desde lo político, podria verse como una acción de imposición de candidaturas y sería a considerar por las implicaciones en el segmento de militacia que Adán controla.
Es una situación difícil que, aunque desde presidencia busquen anular la candidatura, las realidades electorales se imponen, al menos en este caso, sin embargo, todo está por escribirse, todavía hay tiempo y en política cada día es una eternidad.
Adán protagonizó un evento bochornoso cuando llamó (audios filtrados respaldan esta afirmación) a, en un evento institucional que nada tiene que ver con el PRM, como fue la rendición de cuentas del gobierno en boca de funcionarios de primer nivel, llevar sus seguidores para montar un show electoral de aplausos y exclamaciones, visiblemente forzado, falso, lo cual alejó incluso más al líder perremeista de ser visto como una figura potable para ser apoyado en una circunstancia específica por parte de las castas partidarias o representantes del gobierno.
Adán podría ganar eventualmente las elecciones en Santo Domingo Este, pero ello no le dará el poder suficiente para influir durante mucho tiempo en las nuevas militancias eminentemente «luisistas» que son contrarios a la forma en que él actúa y será sometido al cerco del poder por todos lados, hasta que la propia dinámica de la política termine socavando su liderazgo que será reemplazado zona por zona, uno a uno, hasta el final.
En política es importante saber quien se es, cuál es el poder, proveer y planificar a corto, mediano y largo plazo, pues lo demás es la terquedad, la tozudez, la imposición momentánea de un poder completamente temporal que tarde o temprano las generaciones terminan enterrando.